Materias primas, derechos indígenas y revanchismo

En el año 2019, el presidente de Bolivia Evo Morales se vió obligado a huir de país. Parte de la población lo acusaba de haber cometido fraude electoral y de querer aferrarse al poder.

Puede que esas acusaciones estuvieran fundamentadas pero son sólo la punta de iceberg de los hechos que propiciaron este exilio.

En Bolivia yace prácticamente virgen una de las mayores reservas de litio del mundo. Un mineral esencial para la fabricación de baterías de teléfonos móviles y demás dispositivos tecnológicos. Un enorme tesoro por el que se relamen empresas y países de todo el mundo.

Se habla de golpe de estado porque la persona que asumió el poder tras la marcha de Evo, Jeanine Añez, no fue votada por nadie para ser presidenta.

Se sucedieron hechos como que la alcaldesa de la ciudad de Vinto fuese arrastrada y vejada públicamente, rapándole el pelo y tirándole pintura roja por encima. Se quemó públicamente la wiphala, símbolo de los pueblos indígenas de Bolivia. Se asaltó y se saqueó la casa del depuesto presidente Evo Morales. O la policía se amotinó y se unió a las protestas que pedían la salida de Evo del poder, entre otras muchas cosas.

Mi pecado es ser dirigente sindical, es ser indígena. Mi pecado es tal vez ser cocalero, lo que grupos intentaron condenar

Evo Morales

Os dejamos un vídeo del canal Cuellilargo en YouTube que profundiza en los hechos y busca los intereses soterrados que precipitaron este golpe de estado en pleno siglo XXI.